Não faz muito tempo que eu escrevi um post sobre algumas declarações [infelizes] de D. Robert Zollitsch (vide este artigo), arcebispo de Freiburg e presidente da Conferência Episcopal Alemã. Hoje, ao abrir minha caixa de e-mail, deparo-me com a maravilhosa notícia de que o referido prelado resolveu fazer uma retratação tácita de uma dessas declarações: Sua Excelência publicou um texto contrariando tudo aquilo que anteriormente havia dito e – agora sim! – ensinando como a Igreja ensina!

            [Só pra contextualizar: D. Zollitsch havia discordado do Dogma da Redenção, afirmando que Cristo não havia morrido pelos pecadores, mas sim, em solidariedade aos homens. De acordo com a reportagem abaixo, o texto de autoria do arcebispo – publicado numa revista alemã – trata da “morte expiatória de Cristo”].

 

La retractación de Monseñor Zollitsch

 

 

            Todos recordamos las recientes declaraciones del Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Monseñor Zollitsch, quien, entre otras cosas decía que Cristo no murió por los pecados de la gente como si Dios hubiera provisto una ofrenda sacrificial.

            Debido a que las críticas a sus inaceptables declaraciones iban en aumento,

en el último número de Konradsblatt, el mismo Monseñor Zollitsch hizo publicar un texto que habla de la muerte expiatoria de Cristo.

            En el artículo titulado “Anunciamos tu muerte, Señor, proclamamos tu resurrección”, entre otras cosas, dice: “La fe cristiana no tiene miedo de atribuir a la muerte del Señor, un positivo significado salvífico y expiatorio. Cristo murió por los hombres y en su lugar. Cumple con lo que los hombres por sí mismos no pueden hacer por estar inmersos en el pecado. Él se convierte en una víctima de la maldad humana, una víctima que muere torturado y humillado en la cruz. En lugar de los hombres se abandona como víctima sacrificial al amor salvífico y eficaz de Dios, amor que es el más profundo motivo de Su esperanza. Así abre a nuestro mundo, pecaminoso y violento, el acceso al amor de Dios”.